jueves, 1 de abril de 2010

ALGUNOS


Algunos niños miran la inocencia del paraíso
Mientras otros hacen eco a ilusiones desconocidas

Algunas mujeres gritan a la libertad
Y otras abrazan la almohada vacía de un amor compulsivo

Algunos hombres protagonizan novelas
Mientras otros observan un columpio invisible de recuerdos que vienen y van

Algunas parejas se desbordan con locura
Mientras otras hacen de su vida una tortura

Algunos viejitos toman café al amanecer
Mientras otros viven, aman y perdonan sin tener

Algunos individuos son siervos de Dios
Mientras otros predican al Diablo al perder la razón

Algunos idiotas son masoquistas
en un mundo tan practico
Donde no importa el libreto
Ni tampoco el cuentista

Algunos si tienen
Algunos carecen
Algunos que corren
Algunos que pisan
La arena mojada del Ocena Azul

Algunos se miran
Algunos se observan
Algunos conectan
Algunos ignoran
El corazón vació
de un hombre pudiente
mientras mas feliz
es el individuo sin dientes

Algunos protestan
Algunos critican
Al político arrogante
de un país sin "status"
Algunos se sientan
frente al televisor
A ver las masacres
que ocurren diarias
Mientras otros actúan
En forma de Amor
Para evitar un desastre en otro balcón

Algunos son muchos
Algunos son pocos
No importa el zapato
Tampoco el huevazo
Aquí lo importante
Es la unión del Boricua
Al final de la noche
Somos lo mismo
Un país con el Morro
La estrella y Garita
Un gobernante al mando
Muchos puntos de drogas
Una Mano amiga de frente
Al mas necesitado
Un corazón latente
A el que necesita ser Amado.

DE HOYA GRANDE... Y QUE!!!!

En el crecimiento de cada ser humano hay personas que nos hacen reír, llorar, nos desilusionan, nos dan consejo o simplemente son parte de la naturaleza de vida.

En el campo hermoso que viví, con una vista espectacular; donde aun se puede apreciar las montanas que forman diversas siluetas, se ve el mar y el reflejo de un sol que cae cada atardecer o simplemente los gallos cantando al amanecer.

El ser Bóricua para mí ha sido la existencia más importante de mi creación, pero haber crecido en Hoya Grande ha sido mi realización personal. Haber crecido en un tradición tan rica culturalmente, donde todo el ano era Navidad, la brisita mañanera por la ventana, el olor a café colado', el cantar del coquí, las tertulias callejeras era todo tan simple, tan sencillo, tan divino. Ha pasado el tiempo; la zona urbana donde la riqueza era valorada por su flora y fauna ahora entra al olvido eterno. Una sociedad con la mira en el valor profundo de un billete, cuando antes con un dólar yo compraba unas tostaditas con mantequilla, el famoso limber y me sobraba una peseta para mis ahorros diarios. El reunirse en familia los domingos no era una decisión, si no una obligación.

Que tiempos verdad? Vivía rodeada de personajes tan interesantes que solo me encantaba mirar por la ventana para gozarme cada vez que pasaban junto a mi casa. Juanito alias el Loco, amanecía peleando con un supuesto espíritu que lo aquejaba antes de que saliera el sol. Caminaba desnudo a botar la basura semanalmente y aunque era lo poco que hablaba con la gente, su expresión de poner bloques, encima de bloques y taparlo con cemento formando una larga pared frente a su casa era la manera perfecta de decir lo que sentía.

Freddy Culeco, vivía en una pequeña casa de madera color verde. Para ir al baño tenía que bajar unos 15 escalones de tierra, de la Cerveza Medalla haberlo conocido le hubieran dado un contrato vitalicio como modelo principal, siempre se le veía con la latita dorada en la mano. Hasta el día de su muerte su ataúd fue roseado de lo que para él fue su bebida predilecta.

Laco se apodaba, Alejandro era su nombre tenía un caminar de medio lado, cojo por naturaleza, tomaba café diariamente en la casa de mis abuelos. Era como los gatos alérgico al agua, nunca se peinaba y hacia obras maestras con su orín por toda la calle.

A Elia nunca lo he visto sobrio, con su pelo y barba larga; pudo haber personificado a Jesucristo en cualquier película. Era bien carismático y dentro de su alcoholismo cuando hablaba había que mirarlo y atender lo que decía. Un día me enseno que no importaba la situación del ser humano el respeto hacia los demás no debía ser omitido.

Arturo, caminaba como 2 millas hasta llegar a la tienda de mi padrino Pin; antes de subir jalda arriba; gritaba desde lo lejos por una peseta para comprar cigarrillos. Y de casa en casa pedía café, leche y huevos. Se la pasaba llamando a mi abuela Chabola y decía que era lo mejor que había en el barrio, en eso si tenía toda la razón. Cuando mi abuelita no estaba caminaba 100 pasos y paraba en casa de Don Carlos, un viejito con pelo blanco que al mirarte le podías ver el alma; por supuesto era mi abuelo. Allí se tomaba su café caliente, sentía el amor que Don Carlos traspasaba y se iba cuesta abajo. Nunca supe donde Arturo vivía, lo que si sabía era que no había limitaciones para este buscar sus necesidades.

De los personajes que acompañan mi juventud he aprendido que debo escoger recordar mis raíces porque de ellas saco el fruto y la obra maestra para vivir. Reconozco que en un mundo de carencias el otorgar de corazón nos hace libres y la libertad nos convierte en millonarios. Doy una ovación a mis abuelos por escoger darles vida a mis padres y a mis padres por escoger que yo naciera. Eternamente agradecida por vivir 20 de mis 25 años en Hoya Grande.

Dicen que la mayoría de la gente en Hoya Grande es chismosa, claro porque si unes el árbol genealógico de los residentes descubres que venimos de la misma sepa. Y definitivamente entre familia todo se sabe. Al fin en Hoya Grande somos eso mismo un grupo de gente en una Hoya bien Grande; como dicen por ahí nadie sabe lo que está en la olla más que él lo menea.

Si vuelvo a nacer quiero ser de Hoya Grande... Porque de Hoya Grande vengo y en Hoya Grande terminare.

LASTIMA AJENA

La inteligencia nace con el individuo,solo se desarrolla lo aprendido y lo vivido a través del tiempo. Que pena es ver como muchos individuos que aluden inteligencia, no la utilizan a su favor y se basan en solo una simple palabra para la manipulación intuitiva de los que los rodean. Si como suelen decir las abuelas… “Hay Bendito, Pobrecito (a)” con esa frase tan estúpida lo solucionamos todo. Permitimos ser humillados, arrastrados; llamando dicha actitud “mal entendido” sin sabor, sin fundamento, sin razón.

La lastima hacia otro ser humano es solo el comienzo del fracaso emocional y la apertura de la ceguera contundente que se puede sentir con dichos pensamientos, en donde actuamos por pena o lastima y no por el centro que se supone nos cubra el alma que es lo que le llamamos “Amor”. Observamos a lo lejos individuos de inteligencia innata pretendiendo ser inútiles en un mundo donde el que tiene empleo se queja y el que no tiene pretende vivir del prójimo.

La lastima ajena se esta apoderando de lo que llamamos cerebro para crear complejos en la vida del único victimario inteligente, le obstruyamos el camino a dicho individuo, le cortamos las alas de raíz al no permitir que aprenda solo en la vida, como diría mi abuela “pobrecito el nene”. Nenes (as) con mas de tres décadas en sus costillas, y un futuro tan borroso que ni el mismo lo puede observar. Donde la inteligencia vuelve hacer eco de su vida y la ignorancia se torna en la palabra que lo puede describir… Y todo gracias a la lastima ajena.

Miedo a Morir

El tema de la muerte es un tema que no es considerado un tabú pero tampoco uno liberal. El miedo a dicha etapa normal en la vida del ser humano, muchas veces puede tornarse en pánico a todo aquel que no se ha hecho la idea de que para eso nacimos, para morir. Solo hemos sido enviados a cumplir una misión mundial dentro de los “estándares” de la vida que fue hecha por Dios y moldeada por el hombre. La muerte no es el problema, la situación estriba en la inconformidad del “hommosappien” por vivir ligeramente y querer estancarse en el medio de lo que llamamos vida antes de llegar a la quinta década de lo que nos falta por cumplir.

Mas bien es como una especie de andropausia y menopausia mezclada con sentimientos pesimistas, que al final te lleva a morir lentamente de corazón con el cuerpo tan intacto como el primer día de nacido. La muerte le toca a aquel que le llega el día, desde el bebe mas puro hasta el viejo mas arrugado que usa bastón para poder caminar. La muerte es la única garantía de vida con la que nacemos. Lo único que todo ser humano tiene en común, lo único que nos une como familia, lo único nos toca los sentimientos mas profundo y lo mas sencillo que nos trae remordimientos pasados e olvidados.

Morir es mas fácil de lo que parece, lo difícil es lo que nos espera en el mas allá. Un mundo desconocido, no descubierto por el vivo. Si al final del camino caemos redondos y terminamos echo polvo, lo menos que hay que hacer es preocuparnos por la muerte, si no por como vivimos en vida, para morir en plenitud sin emociones encontradas por un comportamiento difícil de admirar.